Si estás buscando una rutina facial sencilla con pocos pasos, ¡¡este post te interesa!!
Nos centraremos en dos bloques, limpieza e hidratación.
Comenzamos con la limpieza, el primer paso de todas las rutinas faciales. Siempre debemos comenzar limpiando nuestra piel para posteriormente aplicar los productos de tratamiento. Para realizar la limpieza vamos a utilizar dos productos, el limpiador y el tónico. En este caso vamos a utilizar nuestra línea de rosas, donde tenemos la leche limpiadora y el tónico de agua de rosas.
El primer producto a utilizar es la leche limpiadora de rosas, aplicándola con ayuda de un disco desmaquillante. Con ello retiramos toda la suciedad y restos de maquillaje que tengamos. La textura es muy cremosa y deja la piel suave e hidratada.
Cuando ya tengamos la piel limpia, pasamos al tónico de rosas. Este es nuestro momento favorito, un momento de relajación absoluta, un momento para ti. Utiliza tus propias manos para aplicarlo a toquecitos, con suavidad y dejando la mente en blanco. Desconecta de todo y será también tu paso favorito. La piel queda relajada, luminosa e hidratada.
Ahora pasamos al segundo bloque y último paso, la hidratación. Para ello vamos a utilizar una crema reafirmante enriquecida con colágeno y elastina. Es ideal para conseguir una piel tersa y nutrida mejorando su firmeza. Aplícala con movimientos ascendentes suaves hasta su total absorción.
¡¡Con estos 3 pasos ya tenemos la rutina facial completada y nuestra piel limpia y nutrida!!
¿Ves que fácil y rápido? En menos de 5 minutos le has dado a tu piel lo que necesita para verse más bonita y con aspecto saludable.